El escalofrío que recorrió el cuerpo de los hinchas rojiblancos cuando vieron a Fernando Llorente pedir el cambio el domingo en el último partido de Liga ante el Sporting ha quedado en un simple susto. El gigante rubio, máximo goleador del equipo esta temporada, no faltará en la final de Mestalla. Su recuperación para la histórica cita ante el Barcelona se da por segura. Caparrós respira aliviado. Hizo bien retirándole de El Molinón en el minuto veinte. Con esa decisión se garantizó que el cuádriceps derecho del delantero, afectado por un choque con Bilic, no se cargara en exceso. El atacante siguió ayer una pauta de recuperación en Lezama y llegará a la final a tope de revoluciones.
El golpe sufrido en el cuádriceps ha quedado en una anécdota. Había temor por ver en qué condiciones llegaría ayer el delantero a Lezama, porque ese tipo de lesiones siempre esconden alguna trampa. Por ejemplo, de haberse producido algún hematoma interno de consideración el tiempo de baja hubiese sido impredecible.
Pero no, Llorente llegó ayer sin cojera aparente a las instalaciones rojiblancas, se vistió de corto y se animó a salir al verde con el resto de sus compañeros. Eso sí, fue el titular que menos trabajo hizo a la vista de los aficionados. No por ello se retiró antes a su domicilio. El de Rincón de Soto no abandonó las instalaciones hasta cerca de las dos. Fue de los últimos futbolistas del equipo en dejar la factoría rojiblanca. Durante cerca de dos horas, trabajó en el gimnasio, recibió masajes y siguió una completa sesión de fisioterapia para ponerse a tono. Su próximo destino es la final de Valencia y tiene días por delante para ponerse a tope de revoluciones.
Descanso.
La primera plantilla rojiblanca disfrutará hoy de jornada de descanso, pero Llorente continuará con su proceso de recuperación. No lo hará con vistas al encuentro del sábado contra el Betis, ya que su punto de mira no puede desviarse de otra cosa diferente a hacer daño a la portería de Víctor Valdés el próximo miércoles en Valencia.
Así que Llorente descansará en el encuentro liguero del sábado para llegar lo más fresco posible a la final de Mestalla. Es un partido para la historia y el delantero se apunta a ser uno de los baluartes en los que se sustente el triunfo del Athletic ante el todopoderoso Barcelona.